martes, 6 de octubre de 2009

botes verdes

La vida en este país ha sido un trote constante, era emocionante ser testigo de las protestas en la calle... Pero mientras las bombas lacrimógenas, los curas reaccionarios, los golpes de Estado y los desastres naturales arrasaron con todo y gente, yo permanecí como un mueble de casa tradicional pese a que me educaron monjas de moral trasnochada que jugaban basquetbol con las alumnas, cantaban trova de Mercedes Sosa y que enseñaban la vida del Che Guevara en diapositivas.

Volví hace poco a los paisajes de hace veintitantos años y están igual, pero ya no es igual, aquellas maestras murieron o se exiliaron, las canciones se añejaron y los botes de basura son los mismos —siguen verdes—. Yo terminé de madurar con música clásica, con baladas de José José, viajes de placer y tres hijos. Ahora da pánico ver cómo mucha gente ha querido sostener lo que permaneció de pie.

miércoles, 19 de agosto de 2009

página de diario

Hoy yo dije "llame, llame" (...ten cuidado con lo que deseas porque se te puede cumplir) pero esta vez no surtió la magia, llamé y no hubo una voz del otro lado: "Llame, llame", es inútil ¿por qué sigo creyendo? ¿Por qué exponerme otra vez? esta agonía es como cortarse para averiguarlo, porque no hay nada peor que ser catatónico. Tuve una tarde de cine Subiela, ví El lado oscuro del corazón 2, es menos emotiva, menos idealista que la primera. Quizá más artificiosa. No fue eso lo que me dejó pensativa, encontré en internet Hombre mirando al sudeste, completa. La ví. Ese hombre que decía que no podía sentir, al final, resulta siendo más sensible que otros. Pero no es el personaje,no, es lo que dice en el fondo la película: el ser humano tiene miedo a verse expuesto, y si es mentiroso, igual se expone. Después de este discurso, al final hubiera querido decirle que aquí está la película, que la viéramos juntos, que intercambiáramos impresiones, que habláramos. Que si me siento sola, no he aprendido a soportarme aún. Eso quería decir: que estoy otra vez con miedo a no tener una respuesta, que son más las preguntas al aire,que estoy escribiendo en un papel virtual, en borrador, para que en cualquier momento pueda mandarlo todo al demonio. ¿qué he sido?¿qué he logrado con la honestidad? ¿nada? al final es todo, es lo único, es poco. Sin eso ¿de qué sirve sentir?

jueves, 30 de abril de 2009

epidemias y globalización

Las imágenes que cubren las primeras planas de los medios parecen haber sido extraídas de una película de ciencia ficción: una enorme cantidad de personas que se desplazan por la vía pública con los rostros a medio cubrir ante el riesgo de la enfermedad. Las patologías cobran mayor virulencia, todos quieren estar preparados y tal parece que algunos agentes son mas controlables desde la perspectiva mediática, es decir,¿hasta dónde cada uno de nosotros podemos asumir una cuota de responsabilidad en la diseminación de enfermedades y en su control?, ¿podemos manejar una cuota personal de poder en un mundo donde se borra más al individuo y se privilegia la masa humana? Los virus se propagan como la información y, en un mundo globalizado, lo hacen con mayor rapidez. La guerra ya no es rentable para la reactivación económica, pero sí lo es la enfermedad, sobre todo, lo que se relaciona con el desarrollo de tecnología para la investigación: si se puede invertir en la conquista de territorios con cauda de miles de víctimas, también puede hacerse para salvar vidas. ¿Quiénes salen ganando en la carrera y en el desarrollo de medicina preventiva?

viernes, 2 de enero de 2009

Asepsia

Si me ve callada
no crea que tengo un misterio.
A veces puedo ser misteriosa
pero eso no es ser distinta…
es porque estoy pensativa.
Estar callada es como impostar la voz
Algunas veces soy la abnegada
madre que se cuida las espaldas
para que no le quiten los hijos
por darles malos ejemplos
de cordura
o de comportamiento;
Guardo también el equilibrio
entre empleo y oficio casero.
Se me podría ver inmutable,
tranquila,
para él soy una verdadera asesina
de sus emociones
y usted no verá nada
porque limpio
todos los días
la escena del crimen.