miércoles, 19 de agosto de 2009
página de diario
Hoy yo dije "llame, llame" (...ten cuidado con lo que deseas porque se te puede cumplir) pero esta vez no surtió la magia, llamé y no hubo una voz del otro lado: "Llame, llame", es inútil ¿por qué sigo creyendo? ¿Por qué exponerme otra vez? esta agonía es como cortarse para averiguarlo, porque no hay nada peor que ser catatónico. Tuve una tarde de cine Subiela, ví El lado oscuro del corazón 2, es menos emotiva, menos idealista que la primera. Quizá más artificiosa. No fue eso lo que me dejó pensativa, encontré en internet Hombre mirando al sudeste, completa. La ví. Ese hombre que decía que no podía sentir, al final, resulta siendo más sensible que otros. Pero no es el personaje,no, es lo que dice en el fondo la película: el ser humano tiene miedo a verse expuesto, y si es mentiroso, igual se expone. Después de este discurso, al final hubiera querido decirle que aquí está la película, que la viéramos juntos, que intercambiáramos impresiones, que habláramos. Que si me siento sola, no he aprendido a soportarme aún. Eso quería decir: que estoy otra vez con miedo a no tener una respuesta, que son más las preguntas al aire,que estoy escribiendo en un papel virtual, en borrador, para que en cualquier momento pueda mandarlo todo al demonio. ¿qué he sido?¿qué he logrado con la honestidad? ¿nada? al final es todo, es lo único, es poco. Sin eso ¿de qué sirve sentir?
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