lunes, 3 de diciembre de 2007

Mortal e infinita

Guatemala, una ciudad
mortal e infinita de luces,
hostil y amable
que intimida y desafía.
En sus laderas chorreantes
las casas se sostienen
unas de otras
con hilos invisibles.
Parece París iluminada
como si el cielo se asomara
a mis pies desde carretera a La Antigua
que vierte su artificiosa luz patética y hermosa
de titilantes estrellas entre su espeso humo.
En ella me ahogo con su Agua
y su Fuego me arroja
hacia alguna parte de la fantasía.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Las palomas

Detesto el arrullo de las palomas
cuando el verano comienza,
¡son tan bobas!
cuando se posan en el asfalto
y buscan alguna semilla,
cuando creen que el día marcha a su ritmo,
cuando creen que pueden cantar
bajo la llovizna o bajo el sol, sin diferencia alguna.
Detesto las palomas porque equivocan las horas
y comienzan a cantar a las siete de la mañana,
la hora más aburrida.
Es tan monótono su barullo,
no saben entonar, no afinan,
no serían cantantes nunca
por eso detesto su estúpida
y pacífica vida.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Noticias de risa

¿Qué fumamos en Guatemala?

Curiosidades nacionales:

Estamos cerca de la fecha de Elecciones presidenciales, por eso es curioso cuando en las páginas de los periódicos aparecen las indicaciones escritas e ilustradas para realizar el voto. No sería tan curioso si notamos que también está dirigido a personas que no saben leer ni escribir; por lo tanto...¿necesitan el anuncio de periódico para enterarse de la dinámica electoral? El anuncio dice: "firme el padrón electoral o ponga su huella digital si no sabe escribir".


Columna de opinión:
"Con esta megabeatificación, España se convierte en una reserva atómica de mártires y en la primera potencia mundial de santos" ¿Cuáles serán los puestos subsiguientes? Bueno, con esa perspectiva, recurramos a España para instalar un nuevo Vaticano. También podremos deducir de este comentario que el gobierno español cuenta con reservas atómicas (quién sabe cómo, de armas escondidas, saber dónde) sin que Estados Unidos intervenga militarmente. Hay que tener cuidado con lo que se dice, no vaya a ser mal interpretado.


Noticias internacionales:

"La justicia española condenó a penas de entre 3 y 42,924 años a 21 de los 28 procesados por los ataques del 11 de marzo de 2004". Como para contar las navidades sin comer tamal, los día de difuntos, sin fiambre...es para morirse ¿no? los que serán condenados a menos de cien pueden darse el lujo, los demás que los cuenten en la otra vida. Por lo tanto, ¿Por qué quieren darles más de cien? ¿Serán superhombres los españoles en el futuro o es para prevenir que la ciencia encuentre el remedio a la vejez? o si la vejez no tiene cura ¿será que el gobierno español ha encontrado el secreto de la eterna juventud? vamos a estar en el año 44931 cuando salgan de prisión ¿Quien los va a esperar con pastel al salir?
R/ que los espere el diablo...
Un dato curioso es que en España la pena máxima para un convicto es de 40 años y se carece de cadena perpetua o pena de muerte.

Clasificados:

"Caballero discreto de 45 años
busco novia delgada liberal, para
bonito romance, estado civil no importa."

"Adópteme, soy un bebe que necesita
una familia, con gran corazón, que me brinde
paz, amor, respeto y todo lo materialmente
necesario; tengo documentación en orden
y notario para realizar el trámite legal"

viernes, 26 de octubre de 2007

La vida como ficción

Mentimos para evadir, para divertirnos, también para darnos aires de sabelotodos, en fin, cualquiera que sea la razón, lo cierto es que a los humanos nos gusta echar mano de la ficción. De allí nacen los cuentos. Sin embargo, cuando decimos "aquel es cuentero" no le llamamos mentiroso ni nos referimos al entretenimiento que otorga, recordamos lo último que inventó. Las mentiras podemos clasificarlas por colores: blancas como la clásica del perro que se comió la tarea, y negras o crueles las que conllevan intención de dañar reputaciones. Aunque a veces la consideremos graciosa no nos gusta que nos llamen mentirosos, pero eso sí, para ser buen mentiroso hay que creerse las propias mentiras.
Hacemos invenciones sobre el tiempo, mentimos sobre el pasado porque justificamos lo que hoy somos. El amor es mentiroso por naturaleza, por eso se ve bajo otra luz a quien se quiere. Si fuéramos tan reales no soportaríamos cinco minutos la ansiedad existencial. Hacemos promesas de amor eterno cuando más bullen las hormonas para después olvidarlo y digamos "no era amor" o tratamos de "inventar" el amor cada día para procurar que los idilios se alarguen.
El mentiroso inexperto o infantil ve hacia otra parte cuando habla, susurra o entrecorta las palabras. El buen mentiroso es un ser inteligenque que sostiene la mirada y aunque se le contradiga, siempre sale con otra y dice "tener los pelos en la mano" aunque minutos antes se los haya arrancado de la axila. Siempre hay quienes se inventan una de policías en circunstancias embarazosas. Cuando se dicen bien los argumentos se gana credibilidad, pero hay que practicar, intentar no reírse enmedio del discurso, respirar pausado, mirar a los ojos del interlocutor y luego exponer breve para no enredarse...no me digan mentirosa, todo el mundo sabe mentir, la diferencia es que unos lo hacen tan bien que ganan amigos y amores. Todos mentimos porque aspiramos a una vida distinta, solo hay que observar a diario cuánto cambia la actitud de la gente detrás de un traje bien planchado.
El que quiera sacar provecho, que pruebe escribirlas, tal vez, algún día gane un premio literario, porque mentir tiene que ver con la imaginación y porque sabemos que desde allí comienza la seducción de los poetas: persuasión y magia. Vargas Llosa dice que las novelas mienten pero que "mintiendo, expresan una curiosa verdad, que sólo puede expresarse encubierta, disfrazada de lo que no es", que las ficciones "se escriben y se leen para que los seres humanos tengan las vidas que no se resignan a no tener". Nos mentimos constantemente, la memoria es una gran inventora de recuerdos falsos, los jerarquizamos y matizamos a nuestro antojo, tanto así, que la Historia está plagada de ficciones. La mentira es una segunda oportunidad de la realidad, es reescribir una historia que no nos gustó. Si todo fuera verdad, nos quedaríamos en la anécdota y el reportaje, no habría cine ni héroes, porque la exageración es un acto de ficción ante la necesidad de ajustar el traje a la medida del usuario.
La vida es una ficción que se escribe diariamente, la imaginación hace la existencia menos aburrida. Solo hay que esperar caer en la trampa y, al darnos cuenta de que el mundo se ha inventado con palabras, comenzaremos a reírnos de las deficiencias de la verdad y de nuestra ingenuidad.

jueves, 25 de octubre de 2007

Justificación del ocio

¡Qué joder! no tengo empleo. Estoy completa, tengo el cerebro en su sitio, por eso, trato de poner las palabras en su sitio. Nunca antes, sin empleo, me había sentido tan fuera de mí misma. Estoy entregada al arduo oficio doméstico, del que se oculta mucho y se dice poco. Todo, en este empleo de tiempo completo, tiene importancia y está destinado a ser el sostén de los valores de una familia. Incluso el progreso de cada uno de los miembros depende del orden imperante encerrado entre cuatro paredes y un techo.

En una época, cuando era niña, mi madre nos enseñó acerca de la dignidad de ser pulcro y perfecto, de merecer lo que se tiene y de tener la frente en alto porque se trabaja.
Hace un tiempo me pregunté por qué no terminaba al fin de acomodarme y creo que es porque me sentí arrancada de esa dignidad que había que ganarse, a cambio de tener más, sin siquiera haber hecho nada ... solo renunciar al resto de cosas que sé hacer. A veces pienso que es un golpe de suerte que tiene que ver con el autoestima. Parecería que la renuncia vale mucho, hablando en plata, como si en las vitrinas te dijeran que debes disfrazarte la dignidad o tirar a la basura esa prenda pasada de moda para comprarte algo que se impone. Hoy se trabaja para medir el tiempo o para matarlo; para escapar de la tentación comercial o ir directo hacia ella; para entablar relaciones o para terminarlas. A veces ya no se distingue entre trabajar para vivir o vivir para trabajar. Lo que diferencia los estratos sociales en la actualidad es el poder adquisitivo, por eso es muy fácil disimular que se está bien.

Cuando veo en la jodida situación de no tener empleo, a pesar de que estoy saludable, pienso que tengo en mis manos el único empleo que no depende de otros ni al que pueda renunciar. Definitivamente se trata de ejercer el control de lo que digo, aunque sea lo que escribo lo que diga mejor. Pareciera, entonces, que similar a mi caso, es el de muchos otros desempleados. ¿Diría entonces que la literatura que se desprende del ocio, a la vez, la pone al alcance de muchos? No. La literatura también se ofrece como muestrecitas de comida de supermercado. Se venden citas, entrevistas, se ofrecen premios que ya tienen un compromiso editorial, para poder vender un producto que no produce lo suficiente, a pesar de que las palabras están en boca de todos. Para vender un librito de poesía es peor, la poesía se considera un producto para cursis o eruditos "la poesía no vende" me dijeron un día. ¡Que jodidos! no tengo empleo pero sigo escribiendo, utilizo mi tiempo para hacer de él algo digno, para no matarlo del todo, para dejar al menos la prueba de que mi cerebro está en su sitio y porque es algo que no puedo dejar de hacer y si a alguien no le gusta lo que escribo ¡Que se joda! no puedo dejar de escribir y ¡Que jodidos!

El poder de la música

La música nos exalta a buscar significados, ella es dolor y belleza, pero también nos muestra la diferencia entre dolor sin belleza y la belleza sin dolor. Ambos llevan al ser humano a un encuentro consigo. La música nos habla de la belleza de los sentimientos humanos, sin animalidades, sus instintos. Los seres humanos podemos ser mezquinos y egoístas, pero en la música se manifiesta el genio creador, ensancha el corazón al sentimiento oceánico y encoge el corazón hasta las lágrimas.
Mozart me hace escuchar que el dolor existe, pero que la belleza es mayor, aún en el Réquiem la gloria del espíritu se sobrepone al dolor, su música es sencilla, clara y equilibrada. En alguna ocasión expresó “la Música, aún en las situaciones más terribles nunca debe ofender el oído”. Ella trasciende las palabras. Los seres humanos podemos comunicarnos con algo más que palabras. Si los sordos no pueden sentir la música en sus oídos, ella llega por otros sentidos: ritmo, respiración, color, gesto…
La música de Mozart no huye de la intensidad emocional, es el llanto por el llanto, la risa por la risa, el arte por el arte, la grandeza en sí misma, porque el espíritu es así: grande, esencia pura.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Un acercamiento a las voces de la Generación Beat


Cargaron sobre sus hombros el malditismo. Se atrevieron a ser libres, a alzar sus voces. A mediados del siglo XX, en la década que exigió grandes cambios: lucha por la igualdad racial, la liberación femenina, el fin de la guerra de Vietnam, cambios esenciales en la economía y la política mundial buscaron ser escuchados. De personalidades fuertes, vulnerables al fracaso, la suma de la autodestrucción y el talento literario de la contracultura (Cassady fue más personaje que escritor, su vida fue el prototipo del beat). Inmorales, adictos, rompieron la norma establecida en la literatura de la época y se atrevieron a contar sus experiencias con un lenguaje crudo, callejero y provocativo. En alguna ocasión se les comparó con la Generación perdida.
El beat busca y no sabe qué, es el antihéroe rebelde que repudia una sociedad mediocre, que exalta la fantasía, gusta del orientalismo y libra sus propias batallas ahogándolas entre los excesos y el vicio pero sobre todas las cosas ama la libertad.
Paradójicamente, a pesar de que estos creadores rebeldes lucharon contra el consumismo, terminaron por ser absorbidos.

Algunas obras destacadas:
Jack Kerouac On the Road
Allen Ginsberg Howl and others Poems
William Burroughs The Naked Lunch
Gregory Corso Gasoline
Neal Cassady The First Third